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Un cura de una parroquia en la ciudad de Madrid ha sido expedientado y su caso será estudiado por la Iglesia Católica tras haber sido denunciado por algunos feligreses. Al parecer el cura tenía una pequeña televisión portátil en el confesionario, para ver los partidos del Madrid cuando coincidían con los horarios de confesión.
Algunos feligreses se extrañaban de una luz que provenía del interior del confesionario, así como de pequeños saltos y gritos ahogados que el cura daba de repente, como si estuviera pendiente de algo más. Finalmente en un descuido del párroco se atrevieron a inspeccionar el habitáculo descubriendo la televisión.
El cura, una vez descubierto se defendió de las acusaciones. «Puedo perfectamente hacer dos cosas a la vez, atender las confesiones y mirar la televisión, no es tan difícil. Lo que no es muy cristiano es pretender que el Madrid juegue la Champions y que yo me lo pierda»
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