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Hay veces en las que uno debe medir si está bien gastar según qué bromas, o dejarlo pasar. Sobre todo cuando se está en presencia de gente con la que no se tiene demasiada confianza, y que puede estar pasando un mal día.
Es lo que le pasó a un cliente de una peluquería de caballeros de una capital andaluza, que ante la pregunta del peluquero de «¿Cómo desea usted la raya?», no tuvo otra idea que contestar «Encima del lavabo». En ese mismo instante, el barbero, con el hombre a medio pelar, lo bajó del sillón y lo echó directamente a la calle.
«Yo creo que tampoco es para ponerse así, menos mal que con la capita que te ponen no me vio sacar la tarjeta de crédito, si no incluso me pega», comenta el bromista. Por su parte, el peluquero afirma que «no puedo soportar según qué bromas, y más con el local lleno de madres, niños, y mi vecino, que es policía».
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