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La organización de una de las cofradías que procesionó ayer tarde en Murcia se vio obligada a expulsar a uno de sus nazarenos tras detectar que estaba fumando porros debajo del capirote.
La sorprendente escena pilló por sorpresa a muchos de los asistentes «nos asustamos un poco, porque estamos acostumbrados a ver mucho humo, hay incienso por todas partes, pero a este nazareno le salía el humo por los ojos, y además no olía a lo típico». Tras darse cuenta algunos de sus compañeros le pidieron amablemente que se fuera, pero no parecía darse por enterado «no hacía ni caso, daba la sensación de que no nos oía, parecía poseído».
Finalmente, y tras conseguir comunicar con él, entendieron que es lo que sucedía «a ver, yo salgo de nazareno por no escuchar a mis padres que son muy pesados, pero no me gusta, así que me puse mis auriculares con mi música y me fume un par de porrillos en plan burbuja, lo que no tuve en cuenta es que la humareda que salía por mis ojos llamaría tanto la atención».
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