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Así lo ha determinado la Unión Europea en un comunicado que ha hecho llegar a las grandes compañías de telefonía móvil europea. A partir del 1 de enero tendrán que incluir en la garantía de sus productos las caídas dentro del váter, reparando los terminales o entregando uno nuevo como repuesto.
El comunicado indica que «se considera el baño lugar común de uso de teléfonos móviles en toda Europa, como acompañamiento para realizar las necesidades fisiológicas personales de los europeos. Por tanto, se requiere protección especial para los consumidores en esa zona, cubriendo las típicas caídas dentro del inodoro, que dejan inutilizado el terminal debido a la humedad y a las bacterias de las aguas fecales».
Las compañías de telefonía móvil han puesto el grito en el cielo y anuncian que recurrirán «hasta donde sea necesario para evitar este atropello. Si no saben hacer sus necesidades y agarrar bien el móvil no es problema nuestro».
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