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Humberto Calzone era un empresario de éxito italiano muy respetado y afamado por su empresa líder en el sector de la fabricación y exportación de pasta fresca con la que había amasado una fortuna de cientos de millones de euros.
Humberto falleció hace aproximadamente un mes, pero hace una semana saltaba la noticia que hoy nos ocupa, y es que tras reunirse toda la familia en el notario para la lectura del testamento, cuando todos se las prometían muy felices creyendo que sus vidas iban a estar resultas, fue entonces cuando el notario les comunicó la última voluntad del difunto, que no era ni más ni menos que la de dejarle toda su millonaria fortuna a “Laura” que es el nombre de una muñeca hinchable a la que al parecer tenía en gran estima.
La familia sigue sin dar crédito y sin aumentarlo en sus cuentas corrientes. Ahora intentan hacerse con la herencia con una reclamación legal pero todo apunta a que Laura será la única que “disfrute” de la fortuna como habría querido su dueño.
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