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El disparatado suceso tuvo lugar este fin de semana durante un control de alcoholemia rutinario, un conductor alegó no saber como utilizar el alcoholímetro y el Guardia amablemente le mostró como hacerlo llevándose ambos la sorpresa ambos de que el resultado de dicha prueba fuese positivo.
El conductor fue parado por transitar demasiado lento, lo cual levantó la sospecha de los agentes, le pidieron soplar pero el joven les explicó que dejó de ser Novel hace muy poco y que era su primer control y no sabía como realizar el test. Uno de los agentes le enseñó gustoso como realizar dicha prueba y el resultado de la misma fue 0,30 mg/l «no era posible, si, me había tomado una cerveza para comer, pero eso no justifica un valor tan alto».
En ese momento su compañero no pudo evitar la carcajada y acabó confesando que «era todo una broma, el conductor era mi primo pequeño y el aparato estaba trucado, teníais que haber visto su cara, todo un poema, que pena no haber podido guardar más tiempo la compostura».
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