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Ha sucedido en Valencia este fin de semana, todavía en fiestas navideñas, muy a pesar del ingenioso y protagonista hacker.
Parece ser que tras advertir la continua presencia de un dron de la DGT controlando la velocidad en la autovía que enlaza Valencia con Teruel, y teniendo más que conocimientos en informática y electrónica, consiguió hacerse con el dron y de forma disimulada lo manejó hasta una vaguada haciéndose de él sin ser interceptado por los agentes de la G.Civil que lo pilotaban. Una vez instalada una nueva frecuencia, ofreció el servicio de «transporte» a un conocido suyo, dedicado a la venta de estupefacientes, consiguiendo enviar 300gr. de cocaína desde Manises a Liria, en torno a 25km. Hasta ahí el plan les iba saliendo de película pero no contaban con el amor por la pólvora en tierras valencianas, y un cohete desintegró la mercancía y el propio dron, cayendo a una céntrica avenida
«Colega, así no puedo con las promesas de dejar el puto tabaco, si es que llueve cocaína del cielo» decía uno de los vecinos, siendo tanto emisor como receptor detenidos junto a los restos del dron.
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