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Un joven salmantino tuvo que ser ingresado ayer tarde con fuertes dolores en el esófago tras haberse tragado un par de pendientes en una joyería para irse sin pagarlos.
El joven fue víctima de su propio delito, según ha declarado necesitaba hacerle un regalo a su novia para intentar solucionar una fuerte discusión que tuvieron la semana pasada «se nos fue bastante la pinza y llevábamos desde entonces sin hablarnos, quería comprarle algo caro pero estoy tieso, así que se me ocurrió aprovechar un despiste del dependiente para comerme los pendientes y recuperarlos al día siguiente tranquilamente en mi casa».
Pero su escatológico plan no salió según lo esperado, según nos ha contado el propio dependiente «el pobre fue tan torpe que se los tragó sin cerrarlos antes, así que le desgarraron parte del esófago y se le quedaron atascados, tuve que llevarlo a Urgencias y por suerte pudieron operarlo con éxito». El joven, ya fuera de peligro, reconoce que «no hay mal que por bien no venga, quería solucionar las cosas con mi novia y al enterarse del accidente ha venido a cuidar de mi, solo espero que por favor la joyería no me denuncie».
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