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Al parecer el propósito de este padre salmantino para este nuevo año ha sido velar por seguridad sexual de su hija adolescente y lo primero que ha hecho es instalar en su habitación una máquina expendedora de preservativos.
La hija, una joven de 16 años se ha visto sorprendida a primera hora de la mañana por los ruidos del taladro «mi padre está como una puta cabra, vaya susto me he llevado, y cuando he visto lo que estaba haciendo ha sido peor todavía». El hombre estaba agujereando la pared para posteriormente colocar una máquina de preservativos, idéntica a las que se pueden encontrar en los baños de algunos bares y discotecas «pero de marca buena, yo para mi niña lo mejor».
Según ha declarado a su círculo cercanos de amigos no quiere que su hija contraiga ninguna enfermedad rara «reconoce que está muy buena y que se queda más tranquilo si tiene siempre un condón a mano». Dichos amigos ya han comenzado con las bromas «cuando tengas que reponer muy a menudo ya verás que gracia». La hija por su parte reconoce avergonzada que «realmente me vendrán bien, pero hubiera sido más fácil que me diese dinero para comprarlos, a ver como invito yo a mis amigos a casa con esa máquina colgada de la pared».
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