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El llamativo suceso tuvo lugar ayer tarde en el barrio de Vallecas, un joven desesperado entró en un restaurante exigiendo que le hiciesen una felación tras haber visto un cartel en la puerta ofreciendo cómida rápida a buen precio.
El joven, tras haber sido necesario llamar a la Policía para reducirlo y tranquilizarlo, ha declarado que lleva unos meses muy malos sexualmente «lamento mucho lo sucedido, a veces me bloqueo, pero me quedé sin novia, ahora la vuelta a las clases, se me ha juntado todo y estoy, hablando claro, muy salido». Al parecer pasó por un restaurante del barrio y leyó la promoción de cómida rápida «era super barata, así que no me lo pensé 2 veces y entré desesperado porque me la chuparan».
La camarera sorprendida, y ofendida lógicamente, no entendía las exigencias del cliente «me pidió un vaso de agua y una comida rápida, le dije que teníamos perritos y hamburguesas, pero me dijo que no me hiciese la graciosa y bajase al pilón». Ante la insistencia del joven tuvieron que acabar llamando a la Policía, la cual consiguió tranquilizar al joven y hacerlo entrar en razón «en confianza me aconsejaron aumentar mi frecuencia de masturbación para evitar estos episodios».
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