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La Dirección General de Tráfico (DGT) implantará en los próximos meses una mediada por la cual obligará a los vehículos la implantación de un dispositivo de medición similar a los actuales tacógrafos de los camiones.
Estos dispositivos electrónicos se encargarán de medir y almacenar en una unidad de memoria datos relevantes a la conducción como pueden ser: distancia recorrida por el vehículo, velocidad (promedio y máxima), aceleraciones y frenadas bruscas, tiempo de ralentí (periodo durante el cual el vehículo permanece detenido con el motor en marcha), tiempos de descanso e interrupciones entre otros. El titular del vehículo estará obligado a entregar a los agentes de tráfico que lo requieran la memoria de su tacógrafo para que éstos puedan comprobar su correcto funcionamiento en tiempo real. Podrán multar además en base a los datos almacenados en la memoria si detectan alguna irregularidad. Así mismo se deberá entregar la memoria cuando el vehículo vaya a pasar la ITV.
Los vehículos de nueva fabricación estarán obligados a contar con éste tacógrafo digital de serie como medida de seguridad. Los vehículos más antiguos deberán implantar éste nuevo dispositivo de medición que tiene un coste de alrededor de 150€, aunque será financiado por la DGT y se podrá pagar en 3, 6 o 12 meses. Una vez implantado el sistema y cuando su uso sea obligatorio, los conductores que no lleven el dispositivo en reglase podrían enfrentar a una multa de 3.000€ y retirada del carnet de conducir por un periodo de un año.
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