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Las moodas vienen y van, algunas hasta regresan después de décadas. Otras sin embargo, surgen por determinadas circunstancias como lo pudiera ser la pandemia actual.
De ello ha sabido sacar provecho la exactriz porno Lucía Lapiedra, la que tras la obligatoriedad del uso de mascarillas, estableció un acuerdo con una empresa emplazada en Sevilla dedicada a elaborar esencias de perfume y tras extraer su propio flujo vaginal, se ha comercializado una mascarilla básica con olor a su vagina. Ya ha sido tachado de machismo extremo, sin importar para nada las críticas a la exactriz porno, habiendo vendido ya miles de mascarillas. «Así podréis ir por la calle o entrar a establecimientos oliendo en todo momento como si fuerais entre mis piernas» ha comentado la protagonista de esta alocada idea.
«Eso es una marranería, no tiene vergüenza ninguna, como pille a mi marido con una máscara de esa guarra, no va a pasar frío» era la respuesta de una mujer tras ser preguntada al respecto.
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