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Los hechos ocurrieron en la tarde de ayer poco después de las 18:00 horas en un municipio de la provincia de Cádiz tras el fallecimiento de un hombre de 84 años de edad. Todo transcurria con la normalidad propia de cualquier otro funeral, tanatorio, traslado del féretro a la Iglesia en donde se ofició la correspondiente misa y posterior desplazamiento de los restos mortales hasta el cementerio en compañía de familiares, amigos y vecinos del difunto.
Lo que nadie se esperaba es que un nieto del fallecido, en aras de ayudar a los empleados de la funeraria, descolgara una de las coronas ancladas en la parte lateral del vehículo fúnebre y la lanzara hacia atras, lugar donde se encontraban los asistentes a la vez que chillaba «Ahí va eso, a quien le caiga será el siguiente, que se note que estamos en Cai, que no pare el humor que tanto gustaba al yayo».
Absortos y estupefactos por la incongruencia de lo sucedido, les dio tiempo a apartarse a todos, teniendo que sujetar a un hijo del fallecido cuando se disponía a agredir al osado nieto.
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