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En muchas ocasiones, cuando acudimos a la cita con nuestro médico de cabecera, es tan limitado el tiempo de atención que nos puede dedicar, que cuando nos indica cómo proceder ante el problema de salud que exponemos, asentimos dando a entender que lo hemos comprendido todo pero no siempre es así.
Un ejemplo de ello ha sido lo ocurrido con un vecino de Ciudad Real de 74 años y soltero. Tras acudir al médico e indicarle que debía perder peso de forma urgente para evitar un infarto, le aconsejó que andara entre 8 y 10 km cada día. Antonio, como así se llama, obedeciendo de forma estricta a los consejos del facultativo, salió a andar pero en vez de recorrer 4 o 5 km y volver a casa, cada día recorría 10 km alejándose.
Fue ayer cuando, Policía Local de Málaga se cruzaba con este desaliñado vecino y tras preguntarle a donde se dirigía, se echaron las manos a la cabeza. Tras contactar con un sobrino, horas después lo recogía en la propia Jefatura de Policía.
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