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El desafortunado suceso tuvo lugar la pasado noche cuando un ladrón intentaba robar una casa mientras sus dueños cenaban fuera, con la mala suerte de sufrir una diarrea en pleno proceso y pasarse varias horas en el cuarto de baño sin poder ni levantarse.
El singular ladrón llevaba semanas planeando el golpe, aprovechó para llevarlo a cabo la noche de el aniversario de la pareja ya que iban a cenar fuera, contaba con unas pocas horas pero era más que suficiente. El problema llegó cuando en mitad del robo, mientras llenaba su bolsa deportiva con los objetos de valor, sintió unas grandes punzadas en el estómago.
«No podía creerme lo que sentía, tuve que dejar todo tirado y correr al baño, llegué justo al retrete y comenzó la fiesta, no había cagado tanto en mi vida, creo que me tuve que deshidratar o algo porque incluso me desmayé y no era capaz de levantarme». A las horas llegaron los dueños de la casa y se encontraron con la bonita escena, denunciaron el robo pero no pudieron evitar ayudar al pobre ladrón a recomponerse.
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