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Los hechos sucedieron el pasado viernes en un hipermercado de la conocida cadena de distribución de Alcampo, en Alicante. Una de las trabajadoras observaba como una señora de mediana edad actuaba un tanto extraña, mirando hacia todos los lados como si fuera a cometer algún acto ilegal. Tras no quitarle ojo, la pilló escondiéndose una tripa de fuet debajo de la falda con la ayuda de un movimiento de pelvis. Cuando la señora se dispuso a abandonar la gran superficie, la reponedora hizo un gesto a la guardia de seguridad y ésta la invitó a acompañarla a una habitación aislada.
Tras no encontrar absolutamente nada entre la ropa, se desnudó soltando improperios varios por dicha violación a su intimidad. Desnuda total, reponedora y vigilante pensaban que habían sido un mal entendido hasta que un cordoncillo banco asomó por la ingle, diciendo la acusada que se trataba del tampón.
Dos palmos de fuet salieron de esa vagina sin fondo. Evidentemente, se lo llevó pagando el doble, no valía la opción de devolverlo. Por lo visto no era la primera vez que lo hacía. «En casa les gustaría el fuet pero… al toque de bacalao!» dijo la vigilante de seguridad entre risas.
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