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Jacinta Mijares, vecina de un pueblo de León, se ha visto obligada a llamar al 112 después de darle varios ultimátums a su marido para que se duchase, pero sin mucho éxito. Desesperada y con voz de pocos amigos, pidió el apoyo de alguna autoridad para meterle en la ducha por las buenas o las malas.
Al parecer, la mujer cuenta que ha tenido que poner una mascarilla a toda su familia por el fuerte olor que desprendía su marido, y que está última samana incluso le aislaron metiéndole de cuarentena en el cuarto de la fregona: “Le dejamos la comida en la puerta y el se arregla. Mi Pepe es muy apañado aunque huela fatal”, asegura.
Y es que, desde que el Presidente del Gobierno anunciara el Estado de Alarma el 14 marzo, Pepe ha ido prorrogando la ducha semana tras semana y ya lleva casi un mes. Gracias a la llamada de su mujer no le va a quedar más remedio que obedecerla o de lo contrario mandarán una patrulla de policía a su casa.
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