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El pasado lunes se vivió en el Registro Civil de Sevilla un momento un tanto incómodo cuando un padre inscribió a su hijo recién nacido con el nombre de Otis, según explicó en honor al lugar donde fue concebido, un ascensor de dicha marca.
Al parecer la joven pareja lo tuvo claro desde el principio «muchos padres ponen a sus hijos nombres sin ningún tipo de significado, para nosotros es importante que simbolice algo, y que mejor que recordar de por vida el momento en que lo engendramos». Según han comentado tuvieron dudas ya que no tenían claro si se quedaron embarazados en el ascensor o al día siguiente en el coche.
«Al final la gente tiene una lista de nombres bastante amplia, la nuestra era más sencilla, estábamos entre Otis y Altea, pero por lo que recordamos el polvo en el ascensor fue memorable, seguro que nos quedamos embarazados ahí» comenta el padre orgulloso. El funcionario, tras confirmar con el progenitor que no se trataba de un error, realizó el registro «he inscrito nombres muy raros, pero creo que este se lleva la palma, además me explicó los motivos, hay gente para todo».
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