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Todos los años con los cambios de hora surgen anécdotas graciosas, pero la que protagonizó un novio santanderino este domingo le hizo de todo menos gracia a su novia, llegó 2 horas tarde a su propia boda porque se equivocó y adelantó la hora en vez de atrasarla.
Tras meses y meses de preparativos, esta joven pareja tuvo que improvisar todo lo referente a la celebración debido al incidente que tuvo el novio con el cambio de hora «siento mucha vergüenza, suelo ser muy cuadriculado con estas cosas y no entiendo como ha podido pasarme algo así, estaba convencido de que había que adelantar una hora y ya veis la que se ha liado».
Finalmente pudieron casarse ya que el cura tenía la mañana libre, pero el banquete tuvo que ser celebrado en un Burguer King, ya que la boda era a las 12 pero el novio llegó a las 14 y cuando terminaron la ceremonia su restaurante ya no podía ofrecerles el servicio contratado por incompatibilidad de horarios.
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