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Los hechos tuvieron lugar el pasado martes en una tienda de la conocida cadena de moda perteneciente al grupo Inditex, ZARA, comercio ubicado en un Centro Comercial de Córdoba.
Como si de un libro se tratara, debajo del brazo portaba un hombre de mediana edad a una exhuberante muñeca hinchable de grandes pechos, desnuda y con rojos labios de boca sugerente, preguntando a una dependienta por vestidos para «su chica». No tardaron en avisar al guardia de seguridad que en esos momentos no se encontraba en el establecimiento invitándolo éste a abandonar las instalaciones. «Qué coño irme sin comprarle nada? Que se me va a resfriar la parienta, mire, un vestido al menos que es lo que le prometí si me la chupaba todos los días del mes. Necesita ropita que el sábado que viene me la llevo a una boda, venga, me espero en el parking, sáqueme usted una falda o lo que sea para vestirla».
Aburrido de esperar, se marchó el cumplidor hombre chillando «Me voy al Corte Inglés, verás como allí si me atienden y además le hacen el vestido a medida».
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