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Un conductor fue «cazado» hace unos meses cagando en un arcén de una carretera de Huesca, y aunque al principio fue multado por la pareja de la Guardia Civil, recurrió la multa y se pudo librar de ella al alegar que llevaba chaleco reflectante y el vehículo estaba suficientemente señalizado con los triángulos de emergencia.
El abogado defensor dejó claro ante el juzgado que el Código de Circulación obliga a los conductores señalizar debidamente si han tenido que detener el vehículo y llevar siempre puesto el chaleco reflectante, aspectos con los que cumplía su defendido. Además, alegó que no le dio tiempo a salir de la calzada, y que estaba oscuro y no conocía el terreno, por lo que se bajó los pantalones y lo hizo allí mismo.
«Tuve una emergencia, no podía llegar a casa en ese estado, así que señalicé todo debidamente y tuve que cagar en el mismo arcén, con la mala suerte de que me pilló la Guardia Civil», comenta el protagonista de la historia. «No tenían por dónde coger a mi cliente, porque además recogió la caca y la tiró a una papelera cuando terminó», nos cuenta su abogado.
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