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Después de que Mercadona decidiera hace un par de años que los clientes dejaran de pesar la fruta y que los cajeros asumieran esa función, una vez más han vuelto a darles el protagonismo a los clientes: «Queremos que la gente interactúe con nuestros productos y además conozca su peso ideal«.
Ahora serán los clientes quienes pesen las frutas y las hortalizas pero subidos a una báscula. La idea, aunque parezca rebuscada, ayudará a saber con certeza cuánto pesa cada producto y agilizará las ventas en caja. Para ello Mercadona dotará a todos los supermercados de básculas industriales para que los clientes se pesen, vean el resultado, y posteriormente lo hagan con sus productos restando la diferencia:
“Se trata de un sistema muy novedoso y con él ayudaremos además a que los clientes se animen a comprar más verduras, al ver que posiblemente tienen sobrepeso”, asegura el director comercial de Mercadona en rueda de prensa.
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