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A partir de Julio los controles de alcoholemia realizados por la Guardia Civil deberán ser señalizados con al menos 1 km de distancia.
La propuesta surgió de un grupo de conductores que consideraba injusto encontrarse con los controles de sorpresa, incluso alegaban que en determinados casos los propios nervios ante la situación podían ocasionar falsos positivos. Además alegaban que los radares se señalizan con antelación y consiguen minimizar las multas y, sobretodo, los accidentes. Finalmente la propuesta ha llegado a buen puerto y durante las siguiente semanas se instalarán paneles luminosos avisando de los controles fijos, los controles móviles también se señalizarán de manera manual.
La propuesta no ha gustado a todos y son muchos los comentarios en contra «no me parece nada bien, cuando la gente sabe que habrá un radar reduce la velocidad, pero cuando sepan que hay un control lo evitarán, la medida va a ayudar a estos inconscientes al volante a librarse de pagar sus delitos».
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