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En los últimos años la telefonía móvil ha evolucionado hasta convertirse en equipos multimedia al alcance de cualquier persona y que todos llevamos de un lado para otro en nuestros bolsillos.
Esto ha hecho, junto al crecimiento de las diferentes redes sociales, que las imágenes de nuestra actividad diaria se conviertan en las protagonistas de nuestra vida digital, pero también ha creado el peligro de que con la intención de capturar la mejor foto los usuarios se pongan en peligro. Es por ello que la Unión Europea haya tomado la decisión de prohibir la cámara frontal de los dispositivos móviles que deberá desaparecer a partir del año 2021.
Mientras tanto para los dispositivos ya fabricados la Unión Europea repartirá a todos los usuarios una pegatina específica para tapar la cámara delantera de los terminales móviles para evitar que los usuarios la usen y disminuir así el peligro de realizar selfies.
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