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Sucedía el pasado fin de semana en un municipio de Sevilla, el primer día de apertura de la temporada ya era marcado por un incidente, habiendo tenido que actuar el socorrista y Policía Local.
«Pues era poco después de las 4 de la tarde, escuché los gritos de unos jóvenes y vi que a uno de ellos lo habían tirado al agua, desprevenido. Lo saqué enseguida al comprobar que no sabía nadar y bromeé con él diciéndole que le iba a cobrar el agua que se había tragado», comentaba el socorrista a la Policía Local que se personó en las instalaciones municipales tras ser requeridos.
Lo que no se esperaba el rescatista es que el enojado afectado, no haciéndole gracia la broma de pagar el agua con el cloro y otros productos antialgas, desde el borde de la piscina hiciera agua menores sin importarle lo más mínimo el reproche de otros bañistas. «Pues claro que he meado, estaba devolviendo el agua que he tragado y que me quiere cobrar el chulo del socorrista, soy muy honrado» manifestó a los perplejos agentes.
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