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Un joven de Valladolid ha presentado esta mañana una denuncia en el juzgado contra un bingo de la localidad, por lo que, describe él, una estafa y un trato discriminatorio.
Su amigo acompañante nos relataba los hechos. «Estábamos en este bingo el sábado por la noche y mi amigo de repente se dio cuenta de que tenía todos los números, pero claro, como es mudo, no pudo cantarlo. Se levantó, hizo aspavientos señalando su cartón. Yo mismo, canté bingo por él, pero fuimos totalmente ignorados y siguieron jugando. Cuando fuimos a reclamar nos dijo el dueño que las normas de la casa exigen que el bingo sea cantado por el jugador. ¡Pero si es mudo!, le dije yo, y me contestó que ese no era su problema, que las normas estaban claras».
El dueño del local ha sido ya interrogado por la Guardia Civil y no niega los hechos, insiste en que los bingos tienen que ser cantados, «hoy y siempre, es una tradición española, lo que pasa es que con los rojos en el poder ya no se respeta ninguna tradición».
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