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Un puticlub de Arganda del Castillo, Toledo, ha estado una semana de luto por la muerte del cura del pueblo. Un hecho que ha llamado mucho la atención entre los vecinos y familiares del fallecido que desconocían por completo esta sorprendente vinculación: “Era tan buen hombre que le querían hasta en el puticlub, y eso que no le conocían de nada. Descanse en paz padre”, afirmaba un vecino.
Juan Torrezno tenía 66 años cuando murió y era una persona muy querida en el pueblo. Llevaba ejerciendo de cura desde los 25 y tenía a su cargo a varios monaguillos que hablan maravillas de él: “Era el mejor, un día nos dio la recaudación del cepillo de misa y nos dijo que fuéramos a hacernos unos hombres. No le olvidaremos nunca, el día”.
El puticlub, que cerró sus puertas hace justo una semana para mostrar el pésame a la familia, volverá a abrir mañana antes de que los clientes se pongan nerviosos, según nos cuenta su propietario: “Ha sido una gran pérdida, pero el espíritu del padre Juan permanecerá siempre con nosotros. Hemos decorado una de nuestras habitaciones, su favorita, con un montón de recuerdos suyos en su memoria, por los buenos momentos pasados dentro. DEP tigre”.
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