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El pasado sábado tuvo lugar en Madrid el desfile del Orgullo Gay, por primera vez y para mantener la seguridad se realizaron pruebas de alcoholemia a los conductores de las carrozas y 3 de ellos fueron multados por superar con creces los límites establecidos.
La fiesta inunda las calles durante este tipo de desfiles, y como toda fiesta va a unida al consumo de alcohol y otras sustancias en cantidades abusivas, el Ayuntamiento de Madrid no ha querido descuidar la seguridad de los ciudadanos y por lo tanto decidió realizar test sorpresa a los conductores que mostrasen signos de ebriedad aparentes.
El portavoz de la Policía ha explicado en una entrevista que «el jaleo era enorme, así que no podíamos parar a todos los conductores, pero utilizamos nuestros helicópteros para detectar las carrozas que hacían más eses, de esta forma optimizamos los controles y conseguimos parar y multar a 3 conductores evitando males mayores».
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