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Siempre se ha escuchado aquello de que el amor no entiende de límites y ciertamente, hay ocasiones en las que se rebasan pero hasta puntos jamás insospechados.
El «Juanchi» como así apodan a un joven valenciano de 19 años, se personaba en la jefatura de Policía Local en la tarde de ayer a efectos de informar que estaba siendo maltratado por su novia tras obligarlo a hacerse un tatuaje. Un agente le atendió de inmediato y lo acompaño hasta una de las dependencias en las que el supuesto afectado sin dudarlo, mostró su pene ante el asombro del policía y todavía enrojecido se podía leer el tatuaje «Esto es de la Jessi». «Agente me ha obligado la cabrona! Sabe que la quiero y para que no me folle a otras pavas pues me ha obligado y yo creo que esto ya es abusar, no?», manifestó literalmente según un testigo y amigo acompañante.
Ante tales hechos y tras ser consultado con uno superior, quedó informado del derecho a denunciar si así lo estimaba oportuno, teniendo que dirigirse al centro de salud previamente.
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