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La pasada noche del sábado una mujer permaneció parada en la carretera, con su coche averiado, durante más de siete horas. No fue atendida por nadie. El motivo parece radicar en que la confundieron con la famosa «chica de la curva», el espectro de una joven que, supuestamente, falleció en ese tramo de carretera a causa de un accidente y que ahora se le aparece a los conductores para advertirles del peligro.
El atestado policial señala que la joven iba comiéndose una hamburguesa mientras conducía y un despiste hizo que el vehículo se saliera de la calzada, quedando semioculto tras unos arbustos. Por suerte, la chica no sufrió ningún daño. Cuando se disponía a pedir ayuda se percató de que su móvil no tenía batería, de modo que se colocó en el arcén haciendo señas a los demás conductores para que la socorrieran. El problema, según ella, que el ketchup había manchado su vestido blanco y parecía ir ensangrentada, asemejándose a «la chica de la curva». Lejos de detenerse, los conductores avanzaban a toda velocidad «con cara de haber visto a un fantasma». Incluso un coche de la Guardia Civil hizo lo propio.
No fue hasta el amanecer cuando unos ciclistas vieron que se trataba de un accidente y pusieron punto y final a esta historia que demuestra que en el imaginario colectivo todavía perduran leyendas urbanas tomadas como ciertas.
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