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Dos de los nombres más usados por los españoles para sus bebés y que más significado tienen para la Iglesia han sido vetados este mediodía después de una reunión en El Vaticano. Los padres que quieran llamar a sus hijos María o José sólo podrán hacerlo si se casan por la Iglesia, en caso de llevar a cabo el matrimonio por el juzgado les serán denegados dichos nombres.
La reunión a la que asistieron sacerdotes y curas de todas las comunidades autónomas tuvo lugar en Roma y contó con la aprobación del 50% de los asistentes. El otro 50% restante se quedó dormido durante la votación y no se tuvo en cuenta su opinión.
La ley entrará en vigor a principios de año y la Iglesia ha anunciado que está estudiando también la posibilidad de anular por completo el nombre de Jesús, ya que según ellos sólo hay uno, el de Nazaret y es irreemplazable: “De momento nos cargamos a María y José, y ya veremos qué hacemos con Jesús porque no nos gusta un pelo que se diga su nombre cada vez que un ateo estornuda”.
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