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Lo vivido en un concesionario leonés la pasada tarde roza lo surrealista, una pareja acudió para preguntar por un vehículo y cuando le propusieron probarlo se metieron en los asientos traseros y comenzaron a tener sexo.
Al parecer se trató todo de una confusión ya que la pareja malinterpretó la intención del ofrecimiento por parte del vendedor y sin cortarse un pelo se pusieron al lío a la vista del resto de clientes «fue una situación muy rara, estaba atendiendo a unos clientes y de repente noté que el coche que tenía detrás comenzaba a pegar botes, cuando miré vi a esta pareja en la parte trasera dándolo todo».
Según han comentado los clientes no era su intención pero se vieron animados por el vendedor «jamás se nos ocurriría follar en público, pero nos sugirió probar el coche y nos guiñó un ojo, quizás malentendimos a lo que se refería, pero bueno, nos interesaba el coche y no queríamos quedar mal». El vendedor en cuestión, avergonzado, se encargó de terminar con el espectáculo y explicarles el malentendido «mirando la parte buena, gracias a su acción se vieron obligados a comprarlo y me gané la comisión y oye, por qué no decirlo, también vi un buen pecho».
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