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Un radar en la calle torneo de Sevilla se estropeó el mes pasado y fotografió a todos los coches que circularon durante toda la tarde por esa calle, de forma que al final del día había registrado más de 10.000 multas, las cuales fueron enviadas por correo mediante un proceso automático a todos conductores afectados.
El revuelo causado fue monumental cuando todos esos conductores, considerándose inocentes, se fueron presentando uno a uno en las oficinas de tráfico a medida que iban recibiendo las cartas, colapsando las oficinas y calentándose más y más a medida que iban hablando entre ellos y atando cabos.
Al final tuvo que comparecer la policía nacional, para restablecer el orden y normalizar la situación, hasta que se pudo aclarar la situación y se llegó a una acuerdo con los afectados. Dado que no era posible revertir el proceso se les prometió un descuento del 50% en todas las multas de aquí hasta final de año, así como en la próxima ITV.
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