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Rajoy pasó ayer unas horas en planta del Hospital de La Paz aquejado de un principio de intoxicación etílica y será dado de alta en las próximas horas. Al parecer todo tiene que ver con el encuentro con jóvenes populares al que asistió ayer mismo y en el que departió por unas horas con los futuros valores del Partido Popular.
Según han declarado algunos testigos de forma anónima todo iba bien hasta que D. Mariano preguntó a un grupito de jóvenes apartado del resto que era esa bebida que estaban tomando. Los chicos le contestaron que se trataba de Jägermeister, la bebida de moda. El presidente Rajoy, para demostrar que está en la onda y en contacto con la juventud española, pidió que le pusieran un chupito, y aunque en principio se negaron advirtiéndole que tenía una alta graduación, debido a su insistencia terminaron por acceder.
En cuestión de minutos el recién investido presidente empezó a dar tumbos y a encontrarse mal, por lo que cundió el pánico entre los asistentes a la reunión. Rápidamente los empleados de seguridad que lo acompañaban lo metieron en un coche y se lo llevaron, mientras Rajoy se excusaba diciendo que seguramente le habría sentado mal el cordero del almuerzo.
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