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Las malas noticias nunca vienen solas, y así se ha cumplido desgraciadamente en este curioso caso, un sevillano ha recibido la notificación de una cuantiosa deuda de su recién fallecido padre en el puticlub de su pueblo.
Al parecer el anciano frecuentaba habitualmente dicho local «era por así decirlo como un socio, venía dos o tres veces por semana y, con la confianza, le dejábamos pagar una vez al mes, aunque los últimos meses siempre ponía alguna excusa». Con su repentino fallecimiento por motivos cardiovasculares, cosa que ahora se explica la familia tras recibir la deuda, quedó pendiente un cuantioso pago «se que es un marrón para el hijo, pero una deuda es una deuda y mis chicas tienen que comer».
El hombre muy sorprendido, tanto por la noticia como por el importe de la deuda, se ha negado a aceptar dicha reclamación «si mi padre era un putero es su problema y si le fiaban y no le hacían pagar pues no es mi culpa, yo no he pisado uno en mi vida y me niego a darles un duro». El caso será llevado a los juzgados hasta que se aclare la responsabilidad de cada parte en el tortuoso entuerto.
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