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Cuando Julián G.M., vecino de Jerez de la Frontera, fue a visitar a su novia Mariela L.H. al hospital donde se recuperaba de la operación para recuperar la vista a que se había sometido, poco pensaba lo que estaba a punto de ocurrir.
La operación había sido todo un éxito. La mujer había recuperado casi el 90% de visión en ambos ojos aplicándole las últimas técnicas conocidas en el campo de la cirugía ocular, pero en cuanto vio a su novio, rompió a llorar y pidió al muchacho que se fuera, que era muy feo para ella.
«No entiendo qué ha podido pasar. Llevo cuatro años junto a Mariela, le he dado todo, y siempre hemos sido felices. Maldita sea la hora en que le pagué la operación», nos comenta Julián sollozando. «Lo siento, pero es que es feo. Es verdad que ha sido muy bueno conmigo, pero ahora que veo quiero ver cosas bonitas y agradables, y quiero un novio que sea casi tan guapo como yo», comenta la paciente. Al final va a ser verdad eso de que «el amor es ciego».
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