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Un joven malagueño ha sido denunciado por un centro comercial de la capital tras haber robado un maniquí. Las cámaras detectaron el momento y el joven fue reconocido, por lo que no fue difícil para la policía encontrarlo y detenerlo.
Según fuentes policiales, en la comisaría, el muchacho explicó a los agentes el motivo de su extraño robo. Al parecer, se había enamorado del maniquí, que representa una joven delgada y de curvas prominentes. Al principio los agentes se lo tomaron a cachondeo, pero el relato era tan convincente que empezaron a dudar. «Cada día iba a verla, y me pasaba las horas mirando hasta que me echaban porque era la hora del cierre. No podía soportar verla siempre ahí, en esa cárcel en la que se había convertido su vida, así que me decidí a sacarla unas horas, para que viera mundo.»
El comisario de la policía ha elaborado un informe para el fiscal, para intentar que la pena que le apliquen sea la más baja posible porque según sus palabras «realmente ha sido un acto de amor».
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