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En el día de ayer, poco después de las 6 de la tarde, el 112 recibía la llamada de la empleada de una tienda de telefonía, emplazada en una céntrica avenida de Valladolid, «me han robado, por favor que venga la Policía».
Personada una patrulla de Policía Nacional, notablemente afectada la requirente, describía como iba vestido el sujeto además de posible nacionalidad, la marca y modelo del smartphone cuando, de nuevo se abrió la puerta del establecimiento y esgrimiendo la misma navaja que había empleado hacia escasos minutos, chilló… «Puta, me lo has dado sin el cargador, dámelo o te pincho». Lo que nunca se hubiera imaginado el delincuente es que del almacén o trastienda salieran dos agentes de inmediato y se abalanzaran sobre él.
«Tonto, es que soy tonto pero no pa un rato, no, tonto pa siempre» chillaba boca abajo en el suelo mientras era engrilletado por los agentes.
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