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Así lo arrojan los números estadísticos de la Feria de Abril 2017 en Sevilla, que se ha caracterizado por una mayor longitud (de sábado a sábado) que ha permitido que un mayor número de personas hayan acudido a disfrutar de las casetas y la calle del infierno (parque de atracciones).
No todos los números son gratificantes, y es que unas 500.000 personas aproximadamente han arrojado rebujitos, tortilla y filetes empanados a la calle del real, como producto de las borracheras y comas etílicos provocados por el exceso de alcohol, que caracteriza esta fiesta junto con las sevillanas.
El Ayuntamiento ha tenido que redoblar los esfuerzos de limpieza por las calles de la feria, empleando coches cisterna con lejía y con productos ambientadores para que el mal olor no se adueñara de las calles ante la avalancha de vómitos y orines desperdigados por cada rincón.
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