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Los hechos tuvieron lugar el pasado jueves en la morgue de un Hospital capitalino cuando, tras iniciar la autopsia a un anciano de 81 años que yacia sobre la mesa de operaciones, éste se levantó de forma airosa al percibir la incisión con el bisturí sobre su pecho.
Podría tratarse de otro caso de catalepsia, una condición médica en la cual la persona yace inmóvil, su piel se vuelve pálida y sus signos vitales se vuelven imperceptibles. «El anciano se ha levantado como si de un resorte se tratara golpeándome en la cara, más que la hostia en sí, ha sido el sustaco que me he llevado, esto no está pagado, no voy a cagar duro en dos meses» manifestaba el cachondo médico a los familiares del anciano a quien daba la enhorabuena por recuperar al abuelo.
Tras tomar manifestación al afectado, ha declarado que no tiene intención de denunciar la imprudencia médica, dirigiéndose a los hijos y nietos advirtiéndoles que ya pueden ir devolviendo al banco el dinero de la herencia que se han repartido con tanta premura.
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