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Pilar es ama de casa, tiene 40 años y lleva casada con la misma persona desde que cumpliera la mayoría de edad. Un matrimonio precoz con su novio de toda la vida, vecino del barrio, quien la ha tenido engañada toda la vida.
Los hechos tuvieron lugar ayer por la tarde cuando Pilar estaba recogiendo la casa y encontró un diccionario oculto entre la ropa interior de su marido. Al abrirlo descubrió que había arrancado con un cúter una palabra que empezaba por “O”. Hurgando entre los calcetines encontró el trozo de papel que faltaba, donde ponía la definición de ‘orgasmo’. No daba crédito: “Mi marido me dijo que un orgasmo era lo que bebíamos de jóvenes para emborracharnos. Quiero el divorcio”.
El marido ha reconocido su culpa y en su defensa ha dicho que había estado mintiendo todo este tiempo porque era consciente de que no podía satisfacerla completamente en la cama: “Tarde o temprano tenia que pasar. Llevo toda la vida evitando poner en casa programas de sexo, le cortaba yo mismo el pelo por si en la peluquería le soltaban algo, hasta me iba siempre a la farmacia por si veía algún gel orgásmico. Para mi es un alivio. Le deseo lo mejor”.
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