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Como cada año, cuando la época estival hace su presentación por adelantado con las altas temperaturas, hay personas que se apresuran en perder esos kilos de exceso pero además, hay otro interés desmesurado, estar bronceado.
A tal extremo ha llegado un vecino de Malaga que para conseguir un bronceado, no tuvo otra ocurrencia que la de improvisar con un aceite ni mucho menos adquirido en farmacia sino, el utilizado para freír patatas en el propio bar que regenta. Tras impregnarse desde los pies hasta las orejas con dicho aceite y previas cervezas en chiringuito, se tumbó en la orilla de la playa y esperó que el improvisado aceite solar surtiera efecto. Poco después de las 17:30 horas y encontrándose indispuesto, pidió a otro bañista que por favor diera aviso al 112.
Tras personación de ambulancia, fue trasladado al Hospital con fiebre alta además de convulsiones, ocasionadas por insolación severa. Ya se encuentra estable además de avergonzado, siendo recriminado por su propia señora «que tonto vas a ser toa tu vida, pa haberte matao con la fritanga» eran las palabras de ánimo y amor que la susodicha reiteró al insensato inventor.
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