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Un funcionario, vecino de la población manchega de Molinos del Tajo (Cuenca) protagonizó ayer un aparatoso accidente con su vehículo al estrellarse contra una farola en una de las calles principales de la localidad.
El incidente que sucedió a las 7 de la tarde por suerte no tuvo más implicados que el propio conductor del vehículo que tras acudir la Guardia Civil al lugar del suceso y practicarle las pruebas pertinentes dio negativo en el control de drogas y alcohol. Al ser preguntado por los agentes el conductor declaró que tan sólo pretendía comprobar el funcionamiento del airbag de su vehículo.
Al parecer el dueño del coche no se fiaba del estado de su airbag y estuvo acudiendo al concesionario durante los últimos tres meses para confirmar que todo estaba bien en su sistema de seguridad, pero ante la duda prefirió comprobar su funcionamiento por su cuenta. “Tendré que reparar mi coche, pero ahora que sé que mis airbags funcionan perfectamente conduciré mucho más tranquilo y seguro”.
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