This post has already been read 13748 times!
Lo que comenzó como una broma para sorprender a su esposa acabó siendo toda una sorpresa para él, un tinerfeño de 39 años decidió meterse dentro del confesionario y hacerse pasar por cura para gastar una broma a su mujer y sin quererlo descubrió que le estaba siendo infiel con su mejor amigo.
El hombre ha decidido emprender los trámites para el divorcio nada más conocer la triste noticia «soy muy guasón, siempre estoy gastando bromas y se me ocurrió hacerme pasar por cura para darle un susto a mi mujer mientras se confesaba, al final el susto me lo llevé yo al enterarme de sus pecados».
Uno de los feligreses que estaba esperando para tomar confesión declaró que la mujer parecía muy nerviosa y no paraba de morderse las uñas «me había decidido por fin a confesar mi aventura, necesitaba que alguien me aconsejase al respecto y entré al confesionario decidida, tanto que no dejé ni siquiera hablar al cura y le conté como había comenzado a tener sexo con el mejor amigo de mi marido debido a su visiblemente enorme miembro». El marido la mandó callar pero ya era tarde, la infidelidad había sido destapada.
This website uses cookies.