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Un joven ha sido noticia ayer tras terminar el Camino de Santiago y haber aguantado casi un mes entero sin defecar en ningún sitio. Una hazaña que le ha llevado a recibir el reconocimiento de Santiago en forma de diploma: “Es lo menos que podíamos hacer. La Compostela se nos quedaba corta”.
Manuel Herrero, vecino de Santander, tiene 33 años y un serio problema para defecar fuera de casa, pero ese hándicap no iba a frenar su sueño de hacer el Camino de Santiago. Consciente de que iba a ser muy duro, tuvo que cuidar mucho su alimentación para no tener un apretón inesperado: “Tuve que apretar mucho el culo, pero eso me ayudo a acabar antes”.
Tras 28 días de sufrimiento, Manuel se cogió un autobús en Santiago con destino a Santander. Sus vecinos le estaban esperando en la puerta del portal con varias pancartas: “Bienvenido, eres un héroe”, “Tu trono te espera» o «Buen camino hasta al baño».
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