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El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado hoy su propuesta para evitar el machismo y el acoso que sufren las mujeres cuando pasan por calles que se encuentran en obras. Ada Colau llevaba tiempo denunciando estas prácticas tradicionales y anticuadas consistentes en lanzar piropos, algunos aceptables y otros de todo punto impresentables.
De este modo se instalarán cámaras en todas las calles que se encuentren en obras, apuntando directamente a los trabajadores, y se hará saber a todos ellos que se monitorizarán desde la central para detectar las obscenidades y aplicar de forma tajante las consecuencias correspondientes. Estas sanciones van desde los 500 euros hasta suspensión de empleo y sueldo durante una temporada.
Los obreros consultados se encuentran muy sorprendidos e indignados ante esta medida. «Si una tía está buena, está buena, no se que tiene de malo decírselo, lo malo sería decirle que es un cardo borriquero ¿no?»,»yo es que no lo puedo evitar, es que pasan y se me van los ojos. Si se ha hecho de toda la vida ¿qué tiene de malo?» declaraban algunos de ellos desde el anonimato.
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