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Sucedió el pasado sábado en un conocido restaurante de la costa almeriense cuando poco después de las 0:30 horas, un grupo de amigos que celebraba un cumpleaños pedía el primer cubata de la noche en el propio local.
Por lo visto, cuando uno de los jóvenes se ausentó para ir al aseo, ya orinando en el váter trató de sacar del bolsillo su teléfono móvil, cayendo una bolsita con algo más de 3 gramos de cocaína al agua, siendo imposible recuperar la ansiada sustancia. Salió al Salón con las manos en la cabeza y maldiciendo su suerte… «Me cagüen la puta, Dios, no puede ser, me vais a matar, joder, joder, por qué, tíos me vais a matar, se me ha caído el pollaco en el váter y se ha colado, uffff, puta vida».
Los apenados, enojados y ebrios jóvenes le dijeron al responsable del restaurante que «el bicarbonato» les había costado cerca de 200 euros y que había que dar parte al Seguro sí o sí amenazando que de lo contrario, no volverían a pisar «el puto bareto».
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