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Un joven de 19 años tuvo que ser atendido anoche en Santander por los servicios de emergencia tras recibir una bofetada a mano abierta de una camarera de un conocido establecimiento. “Todo fue muy rápido”, cuenta la encargada del local, “cuando me quise dar cuenta vi al chico con la cara paralizada y más roja que un tomate. Menos mal que la ambulancia llegó enseguida, que ya es raro”.
Los hechos tuvieron lugar a las 21:30 de la noche cuando R. B. G, vecino de Monte, se disponía a cenar con sus amigos en el nuevo 100 Montaditos y La Sureña ubicado en Piquío, un enclave único con vistas a la Playa del Sardinero. Al parecer el chaval pidió un número 69, que equivale a la carrillera al vino tinto, queso brie y cebolla crujiente, pero según la camarera le dijo “hazme un 69”.
Existe una versión que dice que la chica tenía un mal día porque lo acababa de dejar con su novio, pero todo apunta a que el chaval quería hacerse el graciosillo delante de sus amigotes y le salió cara la broma, nunca mejor dicho. De momento no hay denuncias por parte de nadie y todo ha quedado en un simple altercado.
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