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Juan Pérez, ingresó ayer en el Hospital Universitario de Albacete, para operarse la mano izquierda. En principio Juan no presentaba golpes, ni heridas, ni dolencias, ni nada de nada, puesto que su mano estaba más sana que una pera. Simplemente solicitó a su médico que se le tuneara la mano en una posición fija para obtener un mejor agarre del móvil, ya que estaba harto de que se le resbalara y se le cayera, o que se le cansara la mano de tener siempre la misma postura.
Ahora Juan es feliz, el móvil se adapta perfectamente y hace clic en su mano, la cual ha perdido para cualquier otro tipo de funciones, pero ¿quién necesita dos manos hoy en día? Tan solo tendrá que acercarse al hospital cada 2 o 3 años, cada vez que cambie de modelo móvil, para reajustar la mano al tamaño del nuevo dispositivo. En su casa la noticia ha caído como jarro de agua fría. Su madre no para de llorar y de decir “Este niño, ya parecía tonto pero ahora con la mano así lo parece más”. Él se defiende alegando que ahora se gana unos euros extra cuando pasea por la calle sin móvil, ya que la gente le pone dinero. Además, ha recibido una oferta como pitcher del equipo de béisbol de su ciudad.
Los médicos por su parte han declarado estar muy contentos con el resultado, están además valorando la posibilidad de implantar leds e incluso un mecanismo para que la mano de Juan vibre a modo de aviso cada vez que su móvil reciba una notificación.
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