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En la tarde de ayer, un hombre de 72 años de edad se personaba en el Servicios de Urgencias de su municipio, en la provincia de Madrid, solicitando hablar con el médico de guardia. Minutos más tarde fue atendido…
«Mire usted, llevo tomada casi una caja de Ibuprofeno, diez o doce días a tres pastillas diarias atendiendo a lo que me dijo mi médico. Como el estómago no lo tengo bien, el primer día me las tragué pero me daban muchos ardores así que las chupo un poco y me las pongo como si fueran supositorios, de todas formas entran al cuerpo pero por otro agujero. Esto a mí no me hace nada, sigo con el tratamiento? O me manda otra cosa?»
El médico de guardia llamó al enfermero para que escuchara la increíble manifestación del paciente pensando ambos en primera instancia que se trataba de un anciano bromista, aclarando al hombre que no debía seguir metiéndose las pastillas por el culo pues al dolor cervical se le sumaria una fisura anal.
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